El 28 de abril se celebra el Día Internacional de la salud en el lugar de trabajo. Es una oportunidad única para destacar la importancia de prevenir los riesgos laborales. Al fin y al cabo las enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo «sobrecargan los sistemas sanitarios, reducen la productividad y pueden tener un impacto catastrófico en los ingresos de los hogares» según el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Al hablar de condiciones peligrosas de seguridad y salud en el trabajo hay sectores que se han visto tradicionalmente más afectados como es el caso de la construcción, la minería y extracción de materias primas o la agricultura. A diario corren peligro de sufrir caídas, cortes, atrapamientos, golpes, desplomes o intoxicaciones.
Entre los factores de riesgo ocupacional clasificados por la OIT se encuentran la exposición a largas jornadas laborales, a la contaminación atmosférica, a asmágenos, a los carcinógenos, al ruido y a riesgos ergonómicos.
En el caso más extremo, el riesgo laboral puede suponer la muerte del trabajador. En esta materia se han hecho progresos a nivel global, ya que entre 2000 y 2016 se consiguió reducir en un 14% el número de muertes asociadas al trabajo. Sin embargo, el reto sigue siendo de actualidad teniendo en cuenta que casi 2 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas al trabajo.
Además de las profesiones citadas, hay otras que también entrañan nuevos riesgos asociados a la innovación técnica y el cambio organizativo y social. Se dan en estos sectores:
Establecer planes de trabajo estratégicos que integren la salud como elemento transversal es la solución más eficaz y utilizada. Para conseguirlo, muchas organizaciones están implantando sistemas de calidad de seguridad y salud en el trabajo (SST). Se trata de integrar y coordinar la gestión de la calidad con las políticas medioambientales y de salud. Esto se traduce en claros beneficios, que se perciben en poco tiempo:
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) contempla 40 normas relativas a seguridad y salud laboral. Dos de estas regulaciones son:
Estos son solo dos ejemplos, aunque existen muchos otros. Además de estos convenios, hay una serie de repertorios con recomendaciones. También está vigente una normativa específica de prevención de riesgos laborales tanto nacional como europea. Se clasifica por sectores y colectivos, además de incluir leyes, directivas, tratados y guías, entre otros documentos.
En definitiva, la protección de los trabajadores está ampliamente regulada. No obstante, el cumplimiento de la normativa no siempre resulta fácil para las empresas, en muchos casos, por razones organizativas.
Para que una empresa pueda cumplirlos resulta esencial dotarse de un Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo o SST. Gracias a esta herramienta, se consigue proteger el bienestar físico y psicológico de los empleados. Por ello, su importancia destaca en muy distintos planos de cualquier empresa y de la cadena de suministro. APlanet proporciona un software con potencial para gestionar de forma integral y óptima este y otros sistemas de la empresa.
Cada vez más empresas están implantando sistemas que buscan hacer más sostenibles y seguros sus procesos. Se trata de sistemas EHS, cuyas siglas se corresponden con las palabras inglesas environment, health y security. Así, medioambiente, salud y seguridad son cuestiones que han comenzado a medirse utilizando indicadores o KPIs. Estos indicadores no solo se utilizan en grandes compañías, sino también en la pequeña y mediana empresa.
En este sentido, la norma ISO 45001:2018 incluye los requisitos de un sistema de SST. Con ello, las empresas consiguen:
Por otro lado, están los estándares GRI, que las empresas utilizan para la elaboración de informes. El GRI 403 hace referencia a la salud y seguridad en el trabajo.
Los entornos de trabajo con cultura SST adoptan medidas tendentes a potenciar la prevención, salud y bienestar físico y mental. En ellos, los empleados no dudan en plantear sus inquietudes o dudas sobre seguridad, riesgos, ergonomía y salud. Impera la comunicación, la confianza y el respeto mutuo. La dirección de la organización, por su parte, es receptiva a sus demandas y actúa para corregir situaciones de riesgo. Ambos actores trabajan en la misma dirección para encontrar soluciones sostenibles, eficaces y oportunas.
La ONU insta a “actuar juntos para construir una cultura positiva de seguridad y salud”. En este sentido, la salud en el trabajo adquiere una importancia creciente a medida que el marco legislativo y normativo obliga a las empresas a cumplir ciertos requisitos. El bienestar físico y emocional de los empleados está, además, ligado a la productividad empresarial. Los beneficios de un enfoque integral y transversal de esta cuestión son numerosos. Así, las organizaciones que desean alcanzar sus objetivos en esta materia tienen en la digitalización una herramienta básica. Si estás interesado en obtener un software para los profesionales de la sostenibilidad, ponte en contacto con nosotros para solicitar una demo.
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