Los criterios ESG son cada vez más importantes en la toma de decisiones de una empresa. Estos criterios evalúan cómo las organizaciones manejan temas ambientales, sociales y de gobernanza corporativa, y pueden tener un impacto significativo en el rendimiento financiero a largo plazo de una empresa.
En este artículo, exploraremos qué son los criterios ESG, por qué son relevantes para las empresas y cómo se pueden integrar en una estrategia empresarial sostenible.
Los criterios ESG (Enviromental, Social and Governance) por sus siglas en inglés o ASG (Ambiental, Social y de Buen Gobierno) en español, se refieren a tres criterios clave que las empresas deben tener en cuenta para garantizar una sostenibilidad a largo plazo.
El enfoque en ESG se ha vuelto cada vez más importante en los últimos años, ya que los inversores y los consumidores buscan cada vez más empresas que se preocupen por el impacto ambiental y social de sus operaciones.
Han ganado una notoriedad que pocos podrían haber aventurado cuando la Sostenibilidad se convirtió en un nuevo paradigma en las organizaciones con el inicio del siglo XXI.
John Elkington publicó el libro ‘The Triple Bottom Line’ (1994) en el que hacía referencia a que las empresas tenían que empezar a rendir cuentas no sólo según su impacto económico, sino también ambiental y social: la conocida triple cuenta de resultados. En 1997 se creó Global Reporting Initiative (GRI), principal estándar mundial para el reporte de memorias de Sostenibilidad, y en 1999 la ONU lanzó Global Compact, la mayor iniciativa voluntaria de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que cuenta con los Diez Principios del Pacto Mundial en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción.
Desde entonces, el concepto ESG ha ido aumentando en relevancia junto a la Sostenibilidad, en este caso por su empleo en el mundo de la inversión sostenible o ISR. Esto ha llevado a un aumento en la demanda de informes de sostenibilidad y en la necesidad de medir y mejorar el desempeño ESG de las empresas.
Los ratings ESG, según la definición de MSCI, miden la resiliencia de una organización en el largo plazo frente a riesgos sectoriales en los ámbitos medioambientales, sociales y de gobernanza. Pero veamos qué tiene en cuenta en cada uno de sus criterios:
Los indicadores elegidos dentro de cada criterio son recopilados para crear un reporting ESG que aglutina toda la información no financiera de la organización. Pero, ¿por qué es esto relevante?
El enfoque en los criterios ESG se ha vuelto cada vez más importante en los últimos años, ya que los inversores y los consumidores buscan cada vez más empresas que se preocupen por el impacto ambiental y social de sus operaciones.
Además, las empresas que manejan adecuadamente los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza pueden tener una ventaja competitiva en el mercado y pueden tener un mejor desempeño financiero a largo plazo. Esto es debido a que las empresas que tienen en cuenta estos criterios pueden mitigar los riesgos legales y reputacionales, así como también atraer a inversores y consumidores cada vez más conscientes del impacto ambiental y social.
La ESG ha ganado relevancia según ha ido aumentado la legislación en materia de RSE y, sobre todo, desde 2015, año que supuso un punto de inflexión en la gestión de la sostenibilidad con el Acuerdo de París para frenar el cambio climático y la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de la ONU para hacer del mundo un lugar más habitable y sostenible.
Podemos concluir que el aumento de la relevancia de los criterios ESG se debe fundamentalmente a dos factores:
Además, las empresas que tienen un desempeño alto en ESG son consideradas como más sostenibles y con menor riesgo, lo que es atractivo para los inversores a largo plazo.
El menor riesgo se debe, en parte, al análisis de riesgos que conlleva acatar estos criterios.
Los riesgos ESG, también conocidos como riesgos de sostenibilidad o riesgos no financieros, incluyen desde los impactos del cambio climático hasta el cumplimiento de los derechos humanos y las relaciones laborales, pasando por la estructura de gestión y el cumplimiento fiscal.
La gestión inadecuada de los riesgos ESG puede afectar negativamente a las organizaciones y pueden tener consecuencias económicas y reputacionales graves si no se manejan adecuadamente.
Los grupos de interés están prestando cada vez más atención a la responsabilidad social corporativa de las empresas, y la gestión de estos riesgos es esencial para mantener una reputación sólida.
Aunque no es necesariamente una obligación, la Ley 11/2018 establece la necesidad de informar sobre los riesgos ESG en el estado de información no financiera (EINF). Si no se cumplen estos requisitos, es necesario justificar su ausencia en el informe.
¿Qué riesgos no financieros relacionados con el medio ambiente deben ser considerados? La gestión de residuos, la huella de carbono de la empresa, el cambio climático y la contaminación son solo algunos ejemplos.
¿Y qué pasa con los riesgos sociales? La gestión del capital humano, la igualdad de trato y oportunidades, la diversidad y los riesgos laborales son solo algunos de los temas que deben ser considerados.
Y, por último, ¿qué riesgos relacionados con la gobernanza deben ser considerados? La corrupción, los sobornos, la remuneración de directivos, la gestión fiscal y la igualdad en los consejos de administración son solo algunos ejemplos de lo que debe ser considerado.
Es importante tener en cuenta que estos riesgos están interrelacionados y una buena gestión de ellos es esencial para cualquier empresa comprometida con la sostenibilidad.
Integrar los criterios ESG en la empresa tiene una serie de beneficios tanto a corto como a largo plazo. Si todavía los equipos de dirección de algunas compañías se cuestionan si es necesario gestionar la organización según criterios ESG, aquí compartimos algunos de los beneficios que tiene:
En conclusión, los criterios ESG son un enfoque esencial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las empresas. Es importante que las empresas comprendan los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza, y desarrollen estrategias para manejarlos adecuadamente.
La integración de la Sostenibilidad y de los criterios ESG no está reservado para las grandes empresas, sino que es un valor diferencial para cualquier organización, independientemente de su tamaño, incluyendo así las pymes.
Para empezar a gestionar la ESG, aquí recopilamos una serie de consejos:
Si en tu organización todavía no se están gestionando los criterios ESG o esa gestión está siendo tediosa, desde APLANET podemos ayudarte. ¡Solicita tu demo gratuita!
Suscríbete a nuestro hub de recursos para estar al tanto de las últimas tendencias del sector
Los reportes ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza) se han convertido en una herramienta clave…
Acerca de este ATALK En este episodio de ATALKS, exploramos cómo las empresas pueden integrar…
La Ley Ómnibus es un hito en la legislación europea que integra tres pilares normativos:…
La digitalización ha transformado los informes empresariales, especialmente con la adopción de la Taxonomía XBRL…
Acerca de este ATALK En este episodio de ATALKS, exploramos cómo la innovación, el propósito…
Al finalizar la #APLANETReportingSeason, es crucial que los ejecutivos evalúen su preparación para la Directiva…