La sostenibilidad en las empresas para 2022 conllevará varios cambios en su organización. Cada vez son más las que llevan a cabo una gestión estratégica sostenible, la cual va abarcando todo el negocio. Los desafíos que aún están por delante tienen que enfrentarse con decisión, pero ¿cuáles son los retos más importantes en sostenibilidad para este año?
La sostenibilidad goza de buena salud. Tanto las administraciones públicas como las empresas están adoptando este criterio en su gestión. Su aplicación se muestra de forma transversal, ya que afecta a todas las áreas de una organización. Las empresas han encontrado que este modo de gestión no es una mera imposición regulatoria. Con el tiempo, han comprobado que se convierte en una auténtica ventaja competitiva y en una oportunidad de negocio. La sociedad responde positivamente a propuestas sostenibles, las cuales se manifiestan en productos o servicios. Además, la aplicación de este modelo ecológico en la administración incrementa la atracción sobre otros grupos de interés, como es el caso de los inversores.
Pese a esta expansión y creciente interés, el camino hacia una economía sostenible es largo. Aún quedan diferentes retos que se deberán superar. En 2022 hay tres que destacan por encima del resto y brillan con luz propia: involucrar a todos los actores y departamentos de la compañía, concienciar de la influencia en el negocio y consolidar equipos humanos especializados.
Implantar las medidas adecuadas en este sentido contribuirá a dar un paso de gigante en materia de sostenibilidad. Las empresas que encuentren las soluciones acertadas se colocarán a la cabeza en sus sectores. Este hecho no pasará desapercibido en una sociedad cada vez más concienciada, por lo que merece la pena ahondar en cada uno de los desafíos.
Las estrategias de sostenibilidad son multidisciplinares, ya que afectan a varias áreas de la empresa. El problema de este reto reside en las que las acciones varían de un departamento a otro. Esto contribuye a dificultar la toma de las decisiones correctas y ralentiza los proyectos. Cada parte implicada quiere ir por su cuenta, lo cual se traduce en unos resultados pobres.
Además, lo hacen con sus propios medidores de desempeño e indicadores, lo que dificulta aún más el trabajo en equipo. Para solucionar este problema, es preciso desarrollar objetivos conjuntos, así como usar sistemas de medición estandarizados y centralizar la información que se esté utilizando. De este modo, podrán coordinarse los esfuerzos con eficacia.
El impacto de la digitalización en este reto es sustancial. Utilizar una plataforma informática, por ejemplo, contribuye a trazar estrategias conjuntas con mayor facilidad. Cada área de la empresa podrá conocer los objetivos o comprobar su evolución de manera participativa.
Este reto se centra en demostrar la importancia de la sostenibilidad para el negocio. No es solo una mera imposición normativa, sino que afecta al funcionamiento y evolución de la empresa. La organización se vuelve más eficiente, reduce costes y su reputación se ve mejorada. Además, contribuye a captar talento con mayor facilidad.
La solución a esta situación requiere de un proceso fundamental de concienciación. Para ello, es preciso mostrar datos contundentes, contextualizados y argumentados debidamente. Se trata de demostrar a los propios empleados que las medidas que se van a aplicar funcionan. Dicho en otras palabras, que la búsqueda de la sostenibilidad tiene sentido y que no es un mero acto simbólico.
El hacer partícipe a los empleados de los resultados tiene que complementarse con formación. Aportar resultados no es suficiente si se quiere tener una plantilla comprometida con el cambio, y es por esto que proporcionar formación en materia de sostenibilidad es esencial para interiorizar estos principios. De este modo se conseguirán unos mejores resultados, ya que la plantilla participará de forma plena y estará involucrada con la sostenibilidad.
Si bien la sostenibilidad es transversal, se debe incluir especialistas en esta materia en la plantilla. Estos profesionales son muy valorados, ya que constituyen un nicho profesional escaso. Son expertos capaces de desarrollar una visión holística de la gestión. Por tanto, son grandes coordinadores y conseguirán una implementación tan orgánica como robusta dentro de la empresa.
A la hora de contratar a estos trabajadores, se apostará por perfiles de talento. Serán necesarios profesionales con un currículo excelente, una formación impecable y una trayectoria consolidada, pues su peso en la empresa será alto. Tendrán sobre sus hombros la responsabilidad de la gestión sostenible y serán los encargados de hacerla real y de que muestre todo su potencial.
Encontrar al perfil adecuado también pasa por tener en cuenta las necesidades de la empresa. Si no se pudiera contratar, las consultoras pueden suplir su falta con muy buenos resultados.
En definitiva, la sostenibilidad en las empresas en 2022 tiene que hacer frente a estos tres restos. Su superación determinará los resultados en los próximos años. Además, cabe destacar el papel que jugará la digitalización en el éxito de la gestión, ya que disponer de las herramientas adecuadas allanará el terreno.
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