Con el desarrollo en curso del nuevo paradigma tecnológico, el metaverso, se plantean nuevas preguntas y dilemas. ¿Será un mundo de oportunidades para todos o sólo unos pocos? ¿Supondrá un gasto o un ahorro de recursos? ¿Sus beneficios superarán los aspectos negativos en materia de sostenibilidad? Todos estos temas envueltos en misterio están dando lugar a la especulación. Por este motivo, hemos decidido investigar y responder algunas de estas preguntas y preparar a tu empresa para la siguiente revolución digital.
Qué es el metaverso y cuáles son sus principales usos
El metaverso es un universo virtual en tiempo real donde se puede interactuar con el entorno y generar experiencias en varios escenarios. Para acceder a esta realidad paralela de dominio público, cada individuo debe contar con un avatar (personalizable) y acceso a internet. Satya Nadella, CEO de Microsoft, define esta tecnología similar a la lógica detrás de los videojuegos como «la capacidad de recrear personas, lugares y cosas con ayuda de la ingeniería y dejar que se relacionen unas con otras». Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Meta, complementa esta definición en 2021 basándose en cómo esta tecnología va a influir en la vida de las personas. El directivo dijo que su principal uso iba a estar ligado a la productividad laboral y a mejorar las reuniones virtuales, así como otras actividades no relacionadas con el ocio.
Metaverso y sostenibilidad, ¿cuál es su relación?
Hoy en día, la actividad que mayor tráfico genera con diferencia en internet se atribuye a la visualización de contenido video en línea o “online video streaming”. Tan solo en 2018, el streaming de vídeo produjo emisiones equivalentes a las de España, una tendencia que además irá al alza. Teniendo en cuenta que solo media hora de video streaming supone la emisión de 1,6 kilogramos de CO2, ¿puede el metaverso convertirse en un beneficio para la sociedad y el medioambiente?
Un problema de recursos
Evaluar el impacto medioambiental del metaverso requiere fijarse en tres variables relacionadas entre sí: el uso de recursos, el uso de datos, y la generación de residuos.
La tecnología digital, su constante evolución y mejora consume recursos escasos (metales) y representa una considerable emisión de residuos. Llevado al metaverso, esto se traduciría en la renovación de dispositivos electrónicos como gafas o pulseras de realidad virtual, que irremediablemente dejan obsoletos muchos dispositivos. Estos residuos digitales más conocidos como e-waste representan un problema a la hora de su eliminación, lo que ha fomentado que se hagan tratados internacionales para limitar el movimiento de estos residuos por ser tóxicos en algunos casos y por contener metales valiosos.
Según los analistas de Intel, si queremos un metaverso de alta calidad que desafíe a la realidad, “nuestra infraestructura informática global debería ser 1.000 veces más potente” para poder sostenerlo. Ya que para conseguir una experiencia realmente inmersiva, se necesitan buenos gráficos y mayor poder de procesamiento, lo que significa más consumo de energía. A día de hoy, internet representa casi el 4% de las emisiones GEI a nivel global, y se espera que este porcentaje se duplique para 2025. Todo esto sin contar con la realidad virtual o con la inteligencia artificial dentro de este mundo virtual, que “aumentará enormemente el volumen de datos recogidos, transferidos, procesados y almacenados”. Es por esto que con el estado actual de las cosas, crear y participar en el metaverso significa generar volúmenes masivos de datos.
Una transición tecnológica sostenible: metaverso y sostenibilidad
Antes de que llegue el metaverso a nuestras vidas, las empresas tecnológicas tienen el deber de reducir el impacto ambiental de almacenar datos. Y esto tiene solución: construir más centros de datos con energías renovables. Por ejemplo, Google ha fijado el objetivo de hacer funcionar sus centros de datos con energía libre de carbono para 2030, y Microsoft se ha comprometido a hacerlo para 2025. En el evento “Retos de la Sostenibilidad y el Poder de la Tecnología” de APlanet, Emma Urrutibehety – Enterprise Account Executive de Microsoft – explicó más en detalle los proyectos de este gigante tecnológico para alcanzar el net-zero de manera inclusiva.
Al hablar de ecología digital, el debate normativo se basa en dos categorías: el «Green It» (un digital más «verde») y «IT for Green» (un uso de lo digital que apoya la transición ecológica). En el caso del metaverso, se pueden conseguir las dos cosas. Por un lado, el metaverso puede diseñarse utilizando energía no contaminante. Por otro lado, el metaverso tiene la capacidad de enseñar y ampliar conocimientos para alcanzar un desarrollo sostenible transfronterizo. Este conocimiento no beneficiaría solo a los usuarios individuales, sino que sería de gran utilidad para los analistas de datos. Este nuevo ecosistema facilitaría el diseño de políticas basadas en datos para lograr los ODS.
¿Cómo se puede preparar tu empresa para la siguiente revolución tecnológica?
Para no quedarse fuera del mercado, las empresas han de prepararse ya para el próximo cambio de paradigma de la tecnología. Según VentureBeat, estos son los principales pasos a seguir:
- Establecer objetivos climáticos.
- Reconsiderar las instalaciones físicas para dar respuesta a la necesidad de almacenar los datos. Como hemos visto previamente, esto se puede hacer con centros de datos que utilicen energías renovables.
- Revisar los productos y cómo se fabrican. Es decir, rediseñar y repensar el ciclo de vida del producto, pasando por los recursos necesarios en su fabricación hasta el fin de vida del producto para no generar e-waste. Este paso también se refiere a la transparencia en la cadena de suministro.
- Crear una economía circular para la producción y distribución.
- Educar y responsabilizar a la red de proveedores.
Beneficios de la tecnología y cómo está conectado a APlanet
Como indican en The Times, la tecnología también está impulsando una tercera fuerza muy poderosa: la medición del impacto de las empresas en las personas y en el planeta, a través de sus operaciones, empleos y productos.
La potencia de procesamiento informático y los macrodatos permiten traducir los impactos en datos disponibles para las empresas. Así, los inversores, consumidores y demás stakeholders pueden comprenderlos y compararlos fácilmente. La medición y análisis de datos tiene la capacidad de mejorar nuestro mundo, pues es una manera de mostrar evidencias sobre el impacto de las empresas. Conseguir esos datos puede ser un reto si no se tienen las herramientas adecuadas, pero en APlanet hemos desarrollado un software de gestión de datos ESG para ayudarte en este proceso.
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